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In Memoriam

La partida de nuestros queridos socios y socias ha dejado un vacío irremplazable. Su dedicación, compromiso y contribuciones han dejado una huella indeleble en nuestra organización y en la vida de quienes tuvimos el privilegio de conocerlos y trabajar junto a ellos.

DrA. CARMEN VELASCO RAYO
23 DE OCTUBRE DE 1928 – 4 DE ABRIL DE 2024

Un profundo dolor invade hoy a la familia de quienes han participado en la Educación en Ciencias de la Salud y han relevado y fortalecido su importancia. Ha fallecido la Dra. Carmen Velasco Rayo, Profesora Titular de la Universidad de Chile. Pediatra, inmunóloga y nefróloga infantil, En 1957 realizó una beca clínica universitaria de Pediatría en Bonn, Alemania, y en 1969 en el Servicio de Nefrología del Hospital des Enfant Malades de París, Francia.  Fue nombrada decana de la entonces Sede Occidente de la Facultad de Medicina entre 1975 y 1981, y recibió el nombramiento de Profesora Emérita de la Universidad de Chile en 2005.

Contribuyo firmemente al fortalecimiento y desarrollo de la Oficina de Educación Medica (OFEM) de la Universidad de Chile, donde participó activamente hasta muy pocos años. En varias oportunidades el Colegio Médico de Chile premió sus trabajos en el área de educación medica.
Fue socia fundadora y muy activa de la Sociedad Chilena de Educación en Ciencias de la Salud. (Soeducsa) en la que se mantuvo colaborando hasta mayo de 2017 fecha en la que se retiro de la vida académica y se le nombro Socia Honoraria.


La Dra. Velasco no solo se destacó por desempeñar altos cargos dentro de la Facultad de Medicina y recibir distinciones de diversa instituciones como Colegio Médico, Academia de Medicina y la propia Universidad de Chile, su firme personalidad, inteligencia, claridad de pensamiento y generosidad en la entrega a su trabajo, consejos oportunos y afán de justicia, la hizo ser admirada y respetada en el mundo competitivo en el que le toco vivir.


¡Gracias Doctora Velasco!!

Descanse en Paz

Dr. Alberto Galofré Terrasa

10 de diciembre de 1937 – 10 de mayo de 2023

Alberto Galofré, M.D., M. Ed., falleció después de una larga enfermedad a los 85 años. Le sobreviven sus amadas hijas, Ana Margarita-Galofré Smith, Christine Allen y Mary Galofré, además de sus siete nietos. También le sobrevive una gran familia en Santiago de Chile, incluyendo a su hermana, Rosa María Galofré, su hermano Estanislao Jorge Galofré y muchos sobrinos y sobrinas cariñosos. Fue precedido en la muerte por sus padres, Estanislao Galofré y Margarita Terrasa y su hermano Fernando Galofré. Era muy querido y será extrañado por todos los que lo conocían.

El Dr. Galofré tuvo una larga y distinguida trayectoria en educación médica que abarca tanto América del Norte como América del Sur. En el lapso de 25 años, sirvió a tres decanos en la Escuela de Medicina de la Universidad de Saint Louis antes de retirarse como Decano Asociado para Curriculum y Profesor Emérito de Medicina Interna en 2003.

Alberto ingresó a la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Santiago, a la edad de 17 años, y recibió su título de médico summa cum laude 7 años después en 1962. Mientras todavía era estudiante de medicina, se le pidió que enseñara bioquímica a los estudiantes de enfermería, logrando el estatus de profesor en la Escuela de Enfermería a los 21 años. Después de graduarse, además de su práctica académica pediátrica, comenzó una Unidad Metabólica y un laboratorio de investigación bioquímica para estudiar enfermedades pediátricas. Uno de los logros de los que estaba más orgulloso fue el desarrollo de un registro especial para evaluar con precisión la condición al alta de los niños enfermos. Por su trabajo en bioquímica, recibió una beca postdoctoral en Pediatría y Biología del Desarrollo en la Universidad de Stanford en Palo Alto, California, en 1968. Allí conoció a su esposa y a la madre de sus hijos, Nancy, que lo precedió en la muerte.
Unos años después de regresar a Chile, el Decano de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile le pidió iniciar una Oficina de Educación Médica, con enfoque en la preparación de los docentes para mejorar la calidad de la enseñanza. Su trabajo para la Organización Panamericana de la Salud y la OMS, que realizan talleres de capacitación docente en América Latina, le llevó a una beca AMA en educación médica siendo el primer chileno en ser galardonado con esta beca. Completó una maestría en
educación de la Universidad de Illinois Chicago en 1974.

Sus planes de volver a casa para iniciar un centro nacional de educación médica fueron frustrados por el golpe militar. Su familia lo instó a permanecer en los Estados Unidos mientras Chile experimentaba inestabilidad política y económica, por lo que cursó otra beca en el estado de Michigan. Durante un taller de docencia, las ideas y el entusiasmo de Alberto llamaron la atención del presidente del Departamento de Medicina de la Universidad de Saint Louis, quien le ofreció un trabajo como coordinador educativo del Departamento. El decano de la facultad de medicina le ofreció a Alberto otra oportunidad para empezar otra Oficina de Educación Médica, pero esta vez en un continente diferente.

El Dr. Galofré fue elegido presidente del Grupo de Asuntos Educativos de la Región Central, donde presentó una estructura organizativa e ideas que luego se convirtieron en proyectos nacionales. Reconoció las fortalezas de las personas en la región, empoderándolas para implementar sus ideas. Este papel de mentor fue prominente a lo largo de su carrera. Como resultado de sus esfuerzos, sus pares lo eligieron miembro fundador de la Sociedad de Galardonados de Educación Médica del Grupo de Asuntos Educativos de la Región Central.
Llevó su impulso y entusiasmo desde el nivel regional al nivel nacional, sirviendo como presidente del Grupo de Asuntos Educativos de la Asociación Americana de Escuelas de Medicina (AAMC) por el período 1990 a 1991. En 2002, fue la decimoquinta persona en recibir el prestigioso premio Merrel D. Premio Flair de la AAMC por sus logros en educación médica. Este premio se le otorga por su destacado liderazgo y por sus importantes contribuciones profesionales a la educación médica en América del Norte.

Tras su jubilación, pasó un año en Chile trabajando en la Oficina de Educación Médica que había fundado en 1971, desarrollando proyectos tanto a nivel de la Escuela de Medicina como de la Universidad.
Alberto viajó a todos los continentes del mundo observando aves, una de sus pasiones, junto con la fotografía y el cultivo de orquídeas. Sus viajes de aventura para observar aves incluyeron España, los Pirineos, Texas, Cabo May, California Sur, Marruecos, India, Solway Firth Escocia y Dundee, Bulgaria, Costa Rica, Ecuador, Perú, Cuba, Florida, Bolivia, Sudáfrica, Finlandia, Mongolia, Trinidad Tobago, Nueva Inglaterra, Australia Oriental y Antártida. También era amante de la buena mesa y conocedor de las salsas saladas, los mariscos y el vino chileno. Alberto también disfrutaba del ajedrez, el golf y la música. Dato curioso, es que él y Nancy vieron la primera actuación de Luciano Pavarotti cuando era joven antes de que se hiciera famoso.

Tenía un brillo en los ojos, un paso vivo y una sonrisa contagiosa. Su inteligencia y sentido del humor serán extrañados por sus antiguos colegas, personal, amigos cercanos y su familia.

Será cremado y enterrado en el mausoleo familiar de Santiago de Chile. En lugar de flores, por favor considere una donación a la organización sin fines de lucro de su hija Christine: “El Arca del Arco Iris” en www.arkoftherainbow.org.Carmen Velasco Rayo

Profesora y Doctora Liliana Ortíz Moreira

Con profundo pesar comunicamos a ustedes, el lamentable fallecimiento de nuestra Socia Honoraria la Profesora y Dra. Liliana Ortíz Moreira. Su deceso ocurrió la madrugada del lunes 19 de julio del 2021, después de una prolongada y dura lucha contra el cáncer.

Como Directorio, su partida nos consterna y afecta profundamente, sólo nos queda el consuelo de haber podido expresarle en vida, nuestro profundo cariño y respeto, mediante el reconocimiento de nombrarla socia honoraria, dadas sus grandes cualidades académicas y personales, con motivo de celebrar los 20 años de la sociedad, el mes recién pasado. En esa ocasión, desde distintas partes del país pudimos compartir con ella un momento de gran alegría y significado, donde pudo recibir el cariño y muestras de afecto de muchos de ustedes.

La partida de Lili ha sido en paz, al encuentro de un merecido descanso, pero sentimos que ella como profesional y docente nos ha dejado una lección, casi una clase magistral que, a la vez de impactar, conmueve y moviliza y no nos puede dejar indiferentes. Mediante un video, en la inminencia de su partida, nos comparte su experiencia como paciente-profesional y la importancia de considerar desde la ética el derecho a la dignidad humana.

En recuerdo a su memoria y acogiendo su interés manifestado en vida, de posicionar el tema de la dignidad humana, para así favorecer que otros pacientes puedan acceder a una sedación paliativa, es que hemos considerado pertinente el compartir con ustedes este sensible video que Lili nos ha legado y que nos ayudará a reflexionar con una apertura de visión y a generar opinión entre nuestros pares, ante nuestros estudiantes y por qué no, también ante las autoridades y la sociedad.

Gracias Lili por toda tu entrega, templanza, generosidad y valentía.

Directorio SOEDUCSA